Reflexión 8: APRENDIENDO SIN ESCUELA
“Elegimos hacer las cosas de forma diferente a la habitual y creemos que nuestra opción es tan válida y respetable como la de aquellas familias que eligen llevar a sus hijos al colegio. Simplemente, cada familia sabe lo que necesita en cada momento.” Cita tomada de la Revista Mente Sana en su número 114.
El Homeschooling es una opción educativa que te permite educar a tu hijo/a en casa. Es la opción elegida por aquellas familias que no quieren dejar la educación y el aprendizaje de sus hijos/as en manos de terceras personas, soportando este proceso con sus propios medios tanto económicos como personales.
Mientras que la enseñanza en casa es una opción completamente legalizada en países como Estados Unidos o Canadá con un alto porcentaje de seguidores y algunos países europeos como Francia o Reino Unido también lo contemplan, en España, La Ley Orgánica de Educación establece que todos los niños y niñas deben estar escolarizados obligatoriamente de los 6 a los 16 años en un centro homologado por el estado. En otras palabras: no hay cabida a cualquier otro tipo de educación que no sea en un centro educativo, por lo que cada familia que decide hacerse homeschooler -bien desde el inicio de la vida escolar (3 años) o más tarde- se arriesga a una visita de los Servicios Sociales, que puede terminar en la Fiscalía de Menores.
No obstante, la Constitución Española reconoce la libertad de enseñanza (art. 27.1) y se garantiza el derecho de los padres y madres para que sus pequeños reciban la formación que esté de acuerdo con sus propias convicciones (art. 27.3), así que tampoco existe una legislación que indique explícitamente la prohibición de educar en casa. Esa alegalidad es precisamente el clavo ardiendo al que se agarran las familias que deciden practicar el homeschooling, a pesar de que en 2010 una sentencia del Tribunal Constitucional determinara que los padres no tienen libertad para elegir una educación ajena al sistema de escolarización.
¿Porque elegir una educación en casa?
- Decisión responsable: la familia que elige, de forma meditada y responsable, educar sin escuela, asume de forma integral la educación de sus hijas e hijos, tanto en los aspectos de la adquisición de conocimientos y habilidades, como en la transmisión de valores y principios, sin delegar ninguna de estas funciones a las instituciones educativas.
- Aprendiendo del mundo: plantean actividades que pueden desarrollarse en casa, en el exterior, en familia o compartiendo con el entorno, viajando, viviendo…, propiciando así, de una forma abierta y natural, la participación en la comunidad.
La vida es nuestra principal fuente de aprendizaje.
- Respeto y confianza: las y los menores deben ser protagonistas de su propio aprendizaje.
Esta opción educativa aborda un proceso de desarrollo personal integral, en el que no solo importa qué se aprende, sino quién es la persona que aprende, qué siente, qué necesita, qué quiere, cuáles son sus intereses, sus habilidades, sus preferencias…
Es una opción que prioriza el desarrollo personal y emocional de las y los menores por encima del currículum académico, adaptando las condiciones, la forma de trabajar, los contenidos, el ritmo, los horarios y la metodología a quien es protagonista del aprendizaje, sin quitar valor a su propia persona, el mejor activo con el que un individuo contará en su vida futura (tanto laboral como privada).
- Diversidad: teniendo en cuenta que cada familia puede vivir en un entorno físico y social diferente, que está compuesta por personas adultas – con circunstancias diversas, disponibilidad y horarios concretos en cada caso – y menores con necesidades, inquietudes y motivaciones propias.
- Acompañando el aprendizaje: acompañamos el proceso de aprendizaje de nuestros hijos e hijas poniendo a su alcance los recursos necesarios para que puedan investigar y profundizar sobre sus intereses y proporcionándoles experiencias y contextos sociales en los que aprehender los valores de la sociedad en la que van a vivir.
La educación en familia es toda una aventura de aprendizaje y de crecimiento, que enriquece no sólo a las niñas y niños, sino también a las personas adultas que tienen la suerte de compartirla.
Comentarios
Publicar un comentario